REPORTATGE / Un segle de cistelles

El periodista Julián Felipo explica a les pàgines de Mundo Deportivo el centenari de la primera aparició del bàsquet al país.

03-12-2012 00:00

REPORTATGE de Julián Felipo publicat divendres 30 de novembre de 2012 a Mundo Deportivo.

FOTO: Imatge de 1920 amb Jaime García-Alsina (dreta) i Hans Gamper (esquerre) representant el Comité Olimpic Català (Arxiu del Centre Excursionista de Catalunya)

Durante décadas, la historia oficial reconoció al padre escolapio Eusebio Millán como introductor del basket en España. Natural de La Quiñorería (Soria) pero catalán de adopción, este religioso, que había pasado diez años en Cuba en contacto con soldados norteamericanos, impartió a partir de 1921 las primeras lecciones sobre esta disciplina en el patio de las Escuelas Pías de San Antón, en las rondas barcelonesas.

A raíz de nuevas investigaciones, en la década de los 80 se empezó a cuestionar la condición de pionero del padre Millán y se reconoció que siete años antes de aquello el basket ya se había practicado en el colegio Vallparadís de Terrassa. La culpa de ello la tuvo el pedagogo Eladi Homs que, tras haber pasado tres años en Chicago becado por el Ayuntamiento de Barcelona, regresó con la idea de importar la práctica de este nuevo deporte entre otros conocimientos docentes innovadores.

Eso fue en marzo de 1913. Cinco meses antes, sin embargo, el número 358 de Mundo Deportivo recogía una noticia que da fe del conocimiento y la puesta en práctica de este deporte en Barcelona: "Un nuevo sport ha invadido el palenque de los deportes. Es el 'basket-ball, juego que se practica en el extranjero en los principales centros docentes. Una pléyade de simpáticas señoritas, concurrentes al Instituto Kinesiterápico del Sr. García, practicarán este deporte, nuevo entre nosotros, ya que tanto puede practicarlo el sexto bello como el fuerte. Deseamos muy de veras que el citado deporte arraigue entre nosotros, proporcionándonos el poder adrmirar cuanto antes a las hermosas 'sportswomen', en su entrenamiento para llegar al conocimiento completo del juego" (El Mundo Deportivo, num. 358).

La noticia apareció el 21 de noviembre de 1912, justo hace ahora cien años, y poco antes de que otra reseña, también en MD, diera fe de la introducción de esta disciplina en las escuelas de Terrassa como consta ya en los archivos oficiales de la Federació Catalana.

El Instituto Kinesiterápico del Sr. Garcia, sito en la rambla del Prat de Gràcia, fue el primer gimnasio de España y uno de los primeros de Europa, y el Sr. García no era otro que Jaume García-Alsina, hijo del fundador del centro y uno de los grandes precursores de la práctica deportiva en Catalunya. "Allí aplicó lo aprendido en el libro que un tal Amorós, catalán de Lleida y afrancesado, escribió sobre la gimnasia aplicada a los entrenamientos militares", explicaba el doctor Juan García-Alsina, su nieto en una crónica histórica que publicó Eugenio Madueño en La Vanguardia, en septiembre de 1999. También se construyó allí la primera pista de tenis de la que se tiene constancia en la ciudad, por la que pasaron los principales burgueses de la época interesados en el deporte de la raqueta.

Jaume García-Alsina, amigo de Hans Gamper, fundador del FC Barcelona, llegó a ser miembro fundador y a la postre presidente del Comité Olímpic de Catalunya, subcomité adscrito al COE. Fue él uno de los que promovió la presencia de representación catalana en los Juegos 1916, que no se celebraron a causa de la Primera Guerra Mundial. García Alsina persistió en su afán de implantar el olimpismo en Catalunya y en 1920 incluso llegó a viajar a Amberes, sede de los Juegos de ese año, para entrevistarse con el barón Pierre de Coubertin a fin de convencerle para que la siguiente edición de los Juegos, la de 1924, se celebrara en Barcelona.

No existen más registros de aquel evento pionero de basket femenino de noviembre de 1912 en el gimnasio graciense, si bien algunos biógrafos de García-Alsina dan fe de que esta práctica tuvo lugar allí. El centro gimnástico de la rambla de Prat se mantuvo hasta después de la Guerra Civil, cuando fue transformado por los franquistas en el Instituto Nacional de Previsión. La estirpe García Alsina mantuvo el negocio pero en otra ubicación, la calle Herzegovino, con saunas, baños turcos, salas de pesas y masaje, convirtiéndose una referencia de la parte alta de la ciudad. Finalizó su actividad en 1999.

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